INCIENSO, ¿Por qué los Reyes Magos ofrecieron esos regalos?

incienso

El incienso en la biblia, así como en la cultura hebrea y judía se usaba para ofrecérselo a Dios, se quemaba delante de Dios para ofrecer sacrificios, la Iglesia católica aún hoy lo sigue haciendo. Por tanto, es una prueba de la divinidad de Cristo, ofrecerle incienso, como a un auténtico Dios. El evangelista Mateo nos quiere decir que los magos reconocieron la divinidad del niño recién nacido y por eso le ofrecieron incienso, como sacrificio agradable a Dios:

Levitico 6,15 Uno de ellos tomará un puñado de la flor de harina de la ofrenda, con su aceite y todo el incienso que está sobre la ofrenda, y lo hará arder sobre el altar como un memorial de olor grato a Dios

Suba mi oración delante de ti como el incienso,

el don de mis manos como la ofrenda de la tarde .Salmo 141:2

A Zacarias, padre del Bautista, le tocó en suerte entrar, conforme a la costumbre del sacerdocio, en el santuario del Señor para ofrecer el incienso.

10 Toda la multitud del pueblo estaba fuera orando a la hora del incienso.

11 Entonces se le apareció un ángel del Señor puesto de pie a la derecha del altar del incienso. Lucas 1:911

Vemos entonces el uso del incienso tanto en el templo como en el altar para dar memorial a Dios. El incienso entonces se relaciona con la divinidad. El Salmo 141, nos dice que las oraciones suben a Dios como el incienso, como ofrendas, si esto lo relacionamos con el libro del apocalipsis (Apoc 5,8 y Apoc 8,3-4) vemos como el incienso acompaña a las oraciones de los Santos a llegar hasta Dios. Es pues entonces un elemento clave en la liturgia de la Iglesia, y en la intercesión, pues acompaña a las oraciones que hacemos para presentarlo todo de manera agradable al Padre. Esto prueba nuevamente que reconocen al Cristo como mediador entre Dios y los hombres (1Tim 2,5) y como auténtico Dios a quien ofrecer el incienso. Es una prueba de la divinidad de Cristo, el niño que nació de María Santísima, ya era Dios. Puede ser entonces esto, un argumento apologético interesante para usar con los Testigos de Jehová o con todos aquellos que niegan hoy en día la divinidad del Salvador.

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