Lectura del Día 06/09/2022

 

Lectura del Día

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 

1 Cor 6, 1-11

Hermanos: Cuando alguno de ustedes tiene algo contra un hermano, ¿cómo se atreve a llevar el asunto ante los tribunales paganos y no ante los hermanos? ¿No saben que los hermanos van a juzgar al mundo? Y si ustedes van a juzgar al mundo, ¿no son acaso capaces de juzgar esas pequeñeces? ¿No saben que vamos a juzgar a los ángeles? Pues, cuánto más los asuntos de esta vida.

Sin embargo, ustedes, cuando tienen que resolver asuntos de esta vida, se los llevan a los que no tienen ninguna autoridad sobre la comunidad cristiana. ¿No les da vergüenza? ¿De modo que no hay entre ustedes ninguna persona competente, que pueda ser juez de ustedes, y van a pleitear, hermano contra hermano, ante los infieles? El mismo hecho de que haya pleitos entre ustedes ya es una desgracia. ¿Por qué mejor no soportan la injusticia? ¿Por qué mejor no se dejan robar? Pero no, ustedes son los que hacen injusticias y despojan a los demás, que son sus propios hermanos.

¿Acaso no saben que los injustos no tendrán parte en el Reino de Dios? No se engañen: ni los impuros, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los estafadores tendrán parte en el Reino de Dios.

Y eso eran algunos de ustedes. Pero han sido lavados, consagrados y justificados en el nombre del Señor Jesucristo y por medio del Espíritu de nuestro Dios.

Evangelio del Día

Lectura del santo evangelio según san Lucas 

Lc 6, 12-19

Por aquellos días, Jesús se retiró al monte a orar y se pasó la noche en oración con Dios.

Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, eligió a doce de entre ellos y les dio el nombre de apóstoles. Eran Simón, a quien llamó Pedro, y su hermano Andrés; Santiago y Juan; Felipe y Bartolomé; Mateo y Tomás; Santiago, el hijo de Alfeo, y Simón, llamado el Fanático; Judas, el hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor.

Al bajar del monte con sus discípulos y sus apóstoles, se detuvo en un llano. Allí se encontraba mucha gente, que había venido tanto de Judea y Jerusalén, como de la costa, de Tiro y de Sidón. Habían venido a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; y los que eran atormentados por espíritus inmundos quedaban curados. Toda la gente procuraba tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.

Palabras del Santo Padre

En el Evangelio de Lucas hemos visto a la Iglesia en actividad, en acción: Jesús que ora, que elige a los apóstoles, que da su nombre a cada uno, que sana el alma y el cuerpo y que estaba entre los discípulos, y también todo eso multitud que trataba de tocarlo, porque de él salía una fuerza que sanaba a todos. Esto es la Iglesia, lo que Pablo nos enseña es esto en acción. El apóstol afirma que la piedra angular es el mismo Jesús; y de hecho sin Jesús no hay Iglesia: él es el fundamento de la Iglesia. “Jesús fue al monte a orar y se pasó toda la noche orando a Dios. Y luego viene todo lo demás: la gente, la elección de discípulos, las curaciones, echar fuera demonios. Así que la piedra angular es Jesús, sí: pero Jesús que ora". Y Jesús reza: rezó y sigue rezando por la Iglesia. Así que la piedra angular de la Iglesia es el Señor ante el Padre que intercede por nosotros, que ora por nosotros: nosotros oramos a él, pero el fundamento es él que ora por nosotros. (Homilía Santa Marta, 28 octubre 2016)


Vaticano
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