Santoral, ¿Quién es Santos Cayo y Sotero Papas y Mártires?

San Sotero y san Cayo

San Cayo era originario de Dalmacia y pariente del emperador Diocleciano. La violencia de la persecución le obligó a vivir ocho años en las catacumbas. Sus sufrimientos por la fe le merecieron el título de mártir.
San Sotero por su parte sucedió a San Aniceto en la cátedra de San Pedro. Eusebio nos ha conservado una carta en la que San Dionisio, obispo de Corinto alude la paternal bondad del Papa, especialmente con los que habían sufrido por la fe en Cristo. Además, San Dionisio manifiesta que en las iglesias de Corinto se leyó una carta escrita por San Sotero junto con la carta del Papa San Clemente, considerada por algunos autores como la famosa “segunda carta de San Clemente”. La Iglesia venera a San Sotero como mártir, pero no existe ningún relato de su martirio.

San Sotero nació en la Campania (sur de Italia). Fue elegido Papa en el año 165.

Ordenó a muchos diáconos, sacerdotes y obispos y promovió la expansión de la Iglesia. Dictó leyes sobre el papel de las mujeres en la Iglesia y luchó contra las herejías de la época.

Entre ellas, condenó el montanismo, que era rigorista y afirmaba que los pecados no podían ser perdonados. Sotero predicaba la esperanza en Cristo, el perdón y la alegría del cristiano.

San Sotero destacó por su caridad con los más necesitados. Pedía a las iglesias más ricas para dárselo a las que carecían de medios.

El emperador Marco Aurelio persiguió duramente a los cristianos en ese tiempo y parece que el mismo san Sotero murió mártir el 22 de abril del 175.

San Cayo vivió un siglo más tarde. Fue elegido Papa el año 283. Promovió las dos escuelas de Teología más importantes de Oriente: Alejandría y Antioquía.

En algunas temporadas de persecución, el Pontífice tuvo que ocultarse en las Catacumbas de San Calixto y desde allí seguía animando a los cristianos.

Como ocurre con san Sotero, se cree -pero no hay certeza histórica- que san Cayo pudo morir mártir en el año 296.

Oración
Pastor eterno, sé benevolente con tu rebaño, y protégelo siempre por tus bienaventurados mártires y papas Sotero y Cayo, a quienes constituiste pastores de toda la Iglesia. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *