Lectura del Día 06/10/2022

 

Lectura del Día

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas

Gal 3, 1-5

¡Insensatos gálatas! ¿Quién los ha ofuscado para que no le hagan caso a la verdad, siendo así que les hemos presentado vivamente a Jesucristo clavado en la cruz?

Sólo quiero preguntarles una cosa: ¿Han recibido el Espíritu Santo por haber hecho lo que manda la ley de Moisés o por haber creído en el Evangelio? ¿Tan insensatos son ustedes, que, habiendo comenzado movidos por el Espíritu, quieren terminar haciendo obras meramente humanas? ¿Han recibido en vano tantos favores? Espero que no.

Vamos a ver: cuando Dios les comunica el Espíritu Santo y obra prodigios en ustedes, ¿lo hace porque ustedes han cumplido lo que manda la ley de Moisés, o porque han creído en el Evangelio?

Evangelio del Día

Lectura del santo evangelio según san Lucas 

Lc 11, 5-13

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Supongan que alguno de ustedes tiene un amigo que viene a medianoche a decirle: ‘Préstame, por favor, tres panes, pues un amigo mío ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle’. Pero él le responde desde dentro: ‘No me molestes. No puedo levantarme a dártelos, porque la puerta ya está cerrada y mis hijos y yo estamos acostados’. Si el otro sigue tocando, yo les aseguro que, aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo, por su molesta insistencia, sí se levantará y le dará cuanto necesite.

Así también les digo a ustedes: Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, toquen y se les abrirá. Porque quien pide, recibe; quien busca, encuentra y al que toca, se le abre. ¿Habrá entre ustedes algún padre que, cuando su hijo le pida pan, le dé una piedra? ¿O cuando le pida pescado, le dé una víbora? ¿O cuando le pida huevo, le dé un alacrán?

Pues, si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más el Padre celestial les dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan?’’

Palabras del Santo Padre

La enseñanza del Evangelio es clara: se debe rezar siempre, también cuando todo parece vano, cuando Dios parece sordo y mudo y nos parece que perdemos el tiempo. Incluso si el cielo se ofusca, el cristiano no deja de rezar. Su oración va a la par que la fe. Y la fe, en muchos días de nuestra vida, puede parecer una ilusión, un cansancio estéril. Hay momentos oscuros, en nuestra vida y en esos momentos la fe parece una ilusión. Pero practicar la oración significa también aceptar este cansancio. “Padre, yo voy a rezar y no siento nada… me siento así, con el corazón seco, con el corazón árido”. Pero tenemos que ir adelante, con este cansancio de los momentos malos, de los momentos que no sentimos nada. Muchos santos y santas han experimentado la noche de la fe y el silencio de Dios —cuando nosotros llamamos y Dios no responde— y estos santos han sido perseverantes.
En estas noches de la fe, quien reza nunca está solo. Jesús de hecho no es solo testigo y maestro de oración, es más. Él nos acoge en su oración, para que nosotros podamos rezar en Él y a través de Él. Y esto es obra del Espíritu Santo. Es por esta razón que el Evangelio nos invita a rezar al Padre en el nombre de Jesús. (Audiencia general, 11 de noviembre de 2020)


Vaticano
Tomado de: https://www.vaticannews.va/es/