Santoral, ¿Quién es Santa Maria de la Rosa?

Santa Maria de la Rosa

Nació en Brescia (Italia) en 1813, y al cumplir los 17 años, consagró su vida al servicio de obras de caridad. En la finca de sus padres fundó con las campesinas de los alrededores una asociación religiosa que las hizo crecer y madurar en la fe católica.

En su parroquia organizó retiros y misiones especiales para las mujeres. En 1836 llegó la peste del cólera a Brescia. Después de la peste, como habían quedado tantas niñas huérfanas, el municipio formó unos talleres artesanales y los confió a la dirección de María de la Rosa que apenas tenía 24 años pero que gozaba de la estima y confianza de toda la ciudad. Desempeñó ese cargo con gran eficacia durante dos años, y luego se dedicó a organizar su propia obra abriendo un internado para las niñas huérfanas o muy pobres. Poco después inauguró también un instituto para niñas sordomudas.

En 1840 se fundó en Brescia una asociación de mujeres piadosas para atender a los enfermos de los hospitales y nombraron como superiora a Santa María de la Rosa. Las mujeres que pertenecían a la asociación se llamaban Doncellas de la Caridad. Al principio sólo eran cuatro jóvenes, pero a los tres meses ya eran 32. Muchas personas admiraban la obra que las Doncellas de la Caridad hacían en los hospitales, atendiendo a los más abandonados y enfermos de gravedad. En 1850 se fue a Roma y obtuvo que el Papa Pío Nono aprobara su consagración.

Murió el 15 de diciembre de 1855.

Reto: Adviento, Evangelio según San Lucas, Capitulo 15

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Evangelio según San Lucas, Capitulo 15

“1.Todos los publicanos y los pecadores se acercaban a él para oírle, 2.y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: «Este acoge a los pecadores y come con ellos.» 3.Entonces les dijo esta parábola. 4.«¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las 99 en el desierto, y va a buscar la que se perdió hasta que la encuentra? 5.Y cuando la encuentra, la pone contento sobre sus hombros; 6.y llegando a casa, convoca a los amigos y vecinos, y les dice: “Alegraos conmigo, porque he hallado la oveja que se me había perdido.” 7.Os digo que, de igual modo, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por 99 justos que no tengan necesidad de conversión. 8.«O, ¿qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una, no enciende una lámpara y barre la casa y busca cuidadosamente hasta que la encuentra? 9.Y cuando la encuentra, convoca a las amigas y vecinas, y dice: “Alegraos conmigo, porque he hallado la dracma que había perdido.” 10.Del mismo modo, os digo, se produce alegría ante los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta.» 11.Dijo: «Un hombre tenía dos hijos; 12.y el menor de ellos dijo al padre: “Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde.” Y él les repartió la hacienda. 13.Pocos días después el hijo menor lo reunió todo y se marchó a un país lejano donde malgastó su hacienda viviendo como un libertino. 14.«Cuando hubo gastado todo, sobrevino un hambre extrema en aquel país, y comenzó a pasar necesidad. 15.Entonces, fue y se ajustó con uno de los ciudadanos de aquel país, que le envió a sus fincas a apacentar puercos. 16.Y deseaba llenar su vientre con las algarrobas que comían los puercos, pero nadie se las daba. 17.Y entrando en sí mismo, dijo: “¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, mientras que yo aquí me muero de hambre! 18.Me levantaré, iré a mi padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo y ante ti. 19.Ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros.” 20.Y, levantándose, partió hacia su padre. «Estando él todavía lejos, le vió su padre y, conmovido, corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente. 21.El hijo le dijo: “Padre, pequé contra el cielo y ante ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo.” 22.Pero el padre dijo a sus siervos: “Traed aprisa el mejor vestido y vestidle, ponedle un anillo en su mano y unas sandalias en los pies. 23.Traed el novillo cebado, matadlo, y comamos y celebremos una fiesta, 24.porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado.” Y comenzaron la fiesta. 25.«Su hijo mayor estaba en el campo y, al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y las danzas; 26.y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. 27.El le dijo: “Ha vuelto tu hermano y tu padre ha matado el novillo cebado, porque le ha recobrado sano.” 28.El se irritó y no quería entrar. Salió su padre, y le suplicaba. 29.Pero él replicó a su padre: “Hace tantos años que te sirvo, y jamás dejé de cumplir una orden tuya, pero nunca me has dado un cabrito para tener una fiesta con mis amigos; 30.y ¡ahora que ha venido ese hijo tuyo, que ha devorado tu hacienda con prostitutas, has matado para él el novillo cebado!” 31.«Pero él le dijo: “Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo; 32.pero convenía celebrar una fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto, y ha vuelto a la vida; estaba perdido, y ha sido hallado.”»

Reto: Adviento, Evangelio según San Lucas, Capitulo 14

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Evangelio según San Lucas, Capitulo 14

“1.Y sucedió que, habiendo ido en sábado a casa de uno de los jefes de los fariseos para comer, ellos le estaban observando. 2.Había allí, delante de él, un hombre hidrópico. 3.Entonces preguntó Jesús a los legistas y a los fariseos: «¿Es lícito curar en sábado, o no?» 4.Pero ellos se callaron. Entonces le tomó, le curó, y le despidió. 5.Y a ellos les dijo: «¿A quién de vosotros se le cae un hijo o un buey a un pozo en día de sábado y no lo saca al momento?» 6.Y no pudieron replicar a esto. 7.Notando cómo los invitados elegían los primeros puestos, les dijo una parábola: 8.«Cuando seas convidado por alguien a una boda, no te pongas en el primer puesto, no sea que haya sido convidado por él otro más distinguido que tú, 9.y viniendo el que os convidó a ti y a él, te diga: “Deja el sitio a éste”, y entonces vayas a ocupar avergonzado el último puesto. 10.Al contrario, cuando seas convidado, vete a sentarte en el último puesto, de manera que, cuando venga el que te convidó, te diga: “Amigo, sube más arriba.” Y esto será un honor para ti delante de todos los que estén contigo a la mesa. 11.Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado.» 12.Dijo también al que le había invitado: «Cuando des una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; no sea que ellos te inviten a su vez, y tengas ya tu recompensa. 13.Cuando des un banquete, llama a los pobres, a los lisiados, a los cojos, a los ciegos; 14.y serás dichoso, porque no te pueden corresponder, pues se te recompensará en la resurrección de los justos.» 15.Habiendo oído esto, uno de los comensales le dijo: «¡Dichoso el que pueda comer en el Reino de Dios!» 16.El le respondió: «Un hombre dio una gran cena y convidó a muchos; 17.a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los invitados: “Venid, que ya está todo preparado.” 18.Pero todos a una empezaron a excusarse. El primero le dijo: “He comprado un campo y tengo que ir a verlo; te ruego me dispenses.” 19.Y otro dijo: “He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas; te ruego me dispenses.” 20.Otro dijo: “Me he casado, y por eso no puedo ir.” 21.«Regresó el siervo y se lo contó a su señor. Entonces, airado el dueño de la casa, dijo a su siervo: “Sal en seguida a las plazas y calles de la ciudad, y haz entrar aquí a los pobres y lisiados, y ciegos y cojos.” 22.Dijo el siervo: “Señor, se ha hecho lo que mandaste, y todavía hay sitio.” 23.Dijo el señor al siervo: “Sal a los caminos y cercas, y obliga a entrar hasta que se llene mi casa.” 24.Porque os digo que ninguno de aquellos invitados probará mi cena.» 25.Caminaba con él mucha gente, y volviéndose les dijo: 26.«Si alguno viene donde mí y no odia a su padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos, a sus hermanos, a sus hermanas y hasta su propia vida, no puede ser discípulo mío. 27.El que no lleve su cruz y venga en pos de mí, no puede ser discípulo mío. 28.«Porque ¿quién de vosotros, que quiere edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, y ver si tiene para acabarla? 29.No sea que, habiendo puesto los cimientos y no pudiendo terminar, todos los que lo vean se pongan a burlarse de él, diciendo: 30.”Este comenzó a edificar y no pudo terminar.” 31.O ¿qué rey, que sale a enfrentarse contra otro rey, no se sienta antes y delibera si con 10.000 puede salir al paso del que viene contra él con 20.000? 32.Y si no, cuando está todavía lejos, envía una embajada para pedir condiciones de paz. 33.Pues, de igual manera, cualquiera de vosotros que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser discípulo mío. 34.«Buena es la sal; mas si también la sal se desvirtúa, ¿con qué se la sazonará? 35.No es útil ni para la tierra ni para el estercolero; la tiran afuera. El que tenga oídos para oír, que oiga.»”

Reto: Adviento, Evangelio según San Lucas, Capitulo 13

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Evangelio según San Lucas, Capitulo 13

“1.En aquel mismo momento llegaron algunos que le contaron lo de los galileos, cuya sangre había mezclado Pilato con la de sus sacrificios. 2.Les respondió Jesús: «¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que todos los demás galileos, porque han padecido estas cosas? 3.No, os lo aseguro; y si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo. 4.O aquellos dieciocho sobre los que se desplomó la torre de Siloé matándolos, ¿pensáis que eran más culpables que los demás hombres que habitaban en Jerusalén? 5.No, os lo aseguro; y si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo.» 6.Les dijo esta parábola: «Un hombre tenía plantada una higuera en su viña, y fue a buscar fruto en ella y no lo encontró. 7.Dijo entonces al viñador: “Ya hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro; córtala; ¿para qué va a cansar la tierra?” 8.Pero él le respondió: “Señor, déjala por este año todavía y mientras tanto cavaré a su alrededor y echaré abono, 9.por si da fruto en adelante; y si no da, la cortas.”» 10.Estaba un sábado enseñando en una sinagoga, 11.y había una mujer a la que un espíritu tenía enferma hacía dieciocho años; estaba encorvada, y no podía en modo alguno enderezarse. 12.Al verla Jesús, la llamó y le dijo: «Mujer, quedas libre de tu enfermedad.» 13.Y le impuso las manos. Y al instante se enderezó, y glorificaba a Dios. 14.Pero el jefe de la sinagoga, indignado de que Jesús hubiese hecho una curación en sábado, decía a la gente: «Hay seis días en que se puede trabajar; venid, pues, esos días a curaros, y no en día de sábado.» 15.Replicóle el Señor: «¡Hipócritas! ¿No desatáis del pesebre todos vosotros en sábado a vuestro buey o vuestro asno para llevarlos a abrevar? 16.Y a ésta, que es hija de Abraham, a la que ató Satanás hace ya dieciocho años, ¿no estaba bien desatarla de esta ligadura en día de sábado?» 17.Y cuando decía estas cosas, sus adversarios quedaban confundidos, mientras que toda la gente se alegraba con las maravillas que hacía. 18.Decía, pues: «¿A qué es semejante el Reino de Dios? ¿A qué lo compararé? 19.Es semejante a un grano de mostaza, que tomó un hombre y lo puso en su jardín, y creció hasta hacerse árbol, y las aves del cielo anidaron en sus ramas.» 20.Dijo también: «¿A qué compararé el Reino de Dios? 21.Es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo.» 22.Atravesaba ciudades y pueblos enseñando, mientras caminaba hacia Jerusalén. 23.Uno le dijo: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?» El les dijo: 24.«Luchad por entrar por la puerta estrecha, porque, os digo, muchos pretenderán entrar y no podrán. 25.«Cuando el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, os pondréis los que estéis fuera a llamar a la puerta, diciendo: “¡Señor, ábrenos!” Y os responderá: “No sé de dónde sois.” 26.Entonces empezaréis a decir: “Hemos comido y bebido contigo, y has enseñado en nuestras plazas”; 27.y os volverá a decir: “No sé de dónde sois. ¡Retiraos de mí, todos los agentes de injusticia!” 28.«Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abraham, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, mientras a vosotros os echan fuera. 29.Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se pondrán a la mesa en el Reino de Dios. 30.«Y hay últimos que serán primeros, y hay primeros que serán últimos.» 31.En aquel mismo momento se acercaron algunos fariseos, y le dijeron: «Sal y vete de aquí, porque Herodes quiere matarte.» 32.Y él les dijo: «Id a decir a ese zorro: Yo expulso demonios y llevo a cabo curaciones hoy y mañana, y al tercer día soy consumado. 33.Pero conviene que hoy y mañana y pasado siga adelante, porque no cabe que un profeta perezca fuera de Jerusalén. 34.«¡Jerusalén, Jerusalén!, la que mata a los profetas y apedrea a los que le son enviados. ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina su nidada bajo las alas, y no habéis querido! 35.Pues bien, se os va a dejar vuestra casa. Os digo que no me volveréis a ver hasta que llegue el día en que digáis: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!»”

3º DOMINGO DE ADVIENTO

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3º DOMINGO DE ADVIENTO

PRIMERA LECTURA
Desbordo de gozo en el Señor

Lectura del libro de Isaías 61, 1-2a.10-11

El Espíritu del Señor, Dios, está sobre mí,
porque el Señor me ha ungido.
Me ha enviado para dar la buena noticia a los pobres,
para curar los corazones desgarrados,
proclamar la amnistía a los cautivos,
y a los prisioneros la libertad;
para proclamar un año de gracia del Señor.
Desbordo de gozo en el Señor,
y me alegro con mi Dios:
porque me ha puesto un traje de salvación,
y me ha envuelto con un manto de justicia,
como novio que se pone la corona,
o novia que se adorna con sus joyas.
Como el suelo echa sus brotes,
como un jardín hace brotar sus semillas,
así el Señor hará brotar la justicia
y los himnos ante todos los pueblos.

Salmo responsorial
Me alegro con mi Dios

Lucas 1, 46-48.49-50.53-54

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humildad de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones.

Porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

A los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia.

SEGUNDA LECTURA
Que vuestro espíritu, alma y cuerpo se mantenga hasta la venida del Señor

Lectura de la primera carta del apóstol San Pablo a los Tesalonicenses 5, 16-24

Hermanos:
Estad siempre alegres. Sed constantes en orar. Dad gracias en toda ocasión: ésta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús respecto de vosotros.
No apaguéis el espíritu, no despreciéis las profecías. Examinadlo todo; quedándoos con lo bueno.
Guardaos de toda clase de mal. Que el mismo Dios de la paz os santifique totalmente, y que todo vuestro espíritu, alma y cuerpo, se mantenga sin reproche hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo.
El que os llama es fiel, y él lo realizará.

EVANGELIO
En medio de vosotros hay uno que no conocéis

+ Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 6-8.19-28

Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: este venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz. Y este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a que le preguntaran:
«¿Tú quién eres?».
El confesó y no negó; confesó:
«Yo no soy el Mesías».
Le preguntaron:
«¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?».
Él dijo:
«No lo soy».
«¿Eres tú el Profeta?».
Respondió:
«No».
Y le dijeron:
«¿Quién eres, para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?».
Él contestó:
«Yo soy la voz que grita en el desierto: “Allanad el camino del Señor”, como dijo el profeta Isaías».
Entre los enviados había fariseos y le preguntaron:
«Entonces, ¿por qué bautizas si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?».
Juan les respondió:
«Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia».
Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde Juan estaba bautizando.